Un amor alternativo
Por: Federico Avendaño Semma
Foto suministrada por Diego Rodríguez
¿Cómo llegó a ser fan de la música alternativa?
Realmente, siempre he sentido la necesidad de hablar, por eso he tenido problemas desde pequeñito. No siendo grosero sino que cuando algo no me parecía lo decía de una vez. Entonces ahí surge como la necesidad de escuchar algo que sea lo que el artista quiere decir y no lo que la gente quiera escuchar porque me parece muy simple escuchar lo de la gente cualquiera. Pero claro, cuando salgo de fiesta y ponen esa música la bailo y la disfruto sin ningún problema y hasta en mi casa la pongo a veces.
Lo que me gusta de la música alternativa es expresar lo que se quiere decir sin importar lo que los demás digan, incluso sin importar si rima o no, es expresarse y lo hacen. Por ejemplo, Facundo Cabral, es poesía lo que él hace y sigue siendo música al tiempo.
¿Qué es lo que más lo atrapa de los géneros alternativos?
Lo que más me atrapa es sentir que estoy escuchando sinceridad, eso es lo que necesitamos en el mundo
¿Se considera buen fan?
Si, realmente escucho bastante del género. Pero hay que tener en cuenta que hay como niveles. Hay gente que dice que escucha alternativo cuando lo que realmente escuchan es la parte comercial de ese género. Hay artistas buenos metiéndonos en el tema del rap, está el grupo de Crack Family, con temas como Buena cejón que es como dar a entender mediante las experiencias que nadie merece este mundo.
¿Cuántos amigos ha hecho a través de la música?
Demasiados, demasiados. Actualmente y por las circunstancias de la vida estoy pagando servicio militar en la Policía. Pero muchas veces gracias a la música que yo escucho tengo las relaciones que tengo con los parceros, con los auxiliares y con los mandos. Simplemente es curioso que alguien llegue y ponga la música que le gusta y sea esa, surgía el tema con los mandos y así empezamos a hablar. La música ayuda mucho.
¿Cree que la música del género alternativo aporta a la cultura?
Realmente eso es cultura. Cuando algo es tradición se vuelve cultura; el rap lo es, la música indie y el reggae. Las historias reales, historias mínimas de barrio que se cuentan a través de la misma cultura musical.
¿Qué cree que le falta para conocer más el género alternativo?
La verdad no necesita más, no necesita ser conocido, no porque sea súper alternativo sino porque la gente no lo escucha simplemente porque no lo quiere escuchar y se sienten mal cuando escuchan una palabra grotesca. Pero aun así soy partidario de que las cosas hay que decirlas como son.
¿A cuantos conciertos ha ido?
He ido a varios, son alternativos, conciertos de ska o de punk. En La vieja engramada, a De leyenda y a los ICR. Acá hay buenos lugares donde escuchar música porque pues al fin y al cabo es la ciudad musical.
¿Cuáles son las bandas que más escucha?
Más que todo escucho Doble porción que es un poco comercial pero cuenta, Resistencia suburbana una banda buena, Chite una música que me mueve mucho. Pero la verdad depende mucho el estado de ánimo en el que este que me incline más por un artista que por otro.
Está el tema de Resistencia suburbana que fue una de las bandas que me marcó cuando la conocí, es reggae y lo consideraría como mi máximo ídolo del género alternativo. En específico una canción que se llama Rastón, hijo de mamá reggae y de papá rock, es buenísima. Ellos tienen esa idea y esas ganas de decir cosas. Por ejemplo, hay una canción que se llama Por Cultivar Marihuana, en esa melodía se relata la historia de un “men” que tenía asma y debido al consumo cannábico logró superarlo y que desde niño cogió la costumbre de cultivar y la vendía para uso medicinal y recreativo. Ahora está preso por simplemente cultivar marihuana, eso es como un mensaje positivo que alguien piensa y siente.
¿Cómo han sido sus experiencias en el ICR?
Eso es como estar en una familia. Es como el mejor ambiente en el que uno puede estar, todo el mundo debería probar ese ambiente. Una experiencia rara es que uno se apega con la gente con los pogos, uno hace amigos a pesar de los golpes y eso es lo que me gusta la honestidad y la hermandad que hay ahí.