top of page
Buscar

La usurpación de un “weichafe”

Por: David Leonardo Benavides Espinel


Temucuicui, Chile. A 600 kilómetros del sur de la capital, Santiago de Chile, existe una comunidad del pueblo-nación Mapuche. Un miércoles 14 de noviembre del 2018 se aproximaba el invierno a la nación chilena, se podía escuchar el sonido del motor de un tractor y cómo las llantas marcaban su paso. Dos jóvenes, Camilo Catrillanca, el conductor del vehículo con la edad de 24 años y un adolescente, el pasajero de 15 años cuyo nombre se reserva a discreción, viajaban a visitar a la madre de Camilo sin esperar que, en un abrir y cerrar de ojos, sus destinos se verían inesperadamente cambiados.


Suena el cañón de una escopeta accionada por un carabinero, marcando así el inicio del tiroteo contra el tractor azul de Camilo. En el calor del momento, Catrillanca le indica al joven que se agachara para evitar ser herido por las balas. Por el aire viajaba la bala disparada por Carlos Alarcón, su perpetrador, que impactó en la espalda del líder mapuche mientras su compañero de viaje, en estado de shock, ve como la vida se escapa por el agujero creado por proyectil.


Luego de cesar el fuego, los carabineros que hicieron la macabra operación denominados “Grupo de Reacción Táctica” o apodados por la prensa “Comando Jungla” fueron al tractor, donde violentaron a un preocupado joven mientras que Camilo yacía en el volante del vehículo.



El tractor de Camilo Castrillanca. Créditos a Emol


Procedieron a poner un elemento en la cabeza de un moribundo Camilo Catrillanca mientras intentan hacerle RCP. El tiempo era valioso para poder salvar la vida de nuestro protagonista, sin embargo, no fue suficiente. El traslado al centro médico asistencial en Ercilla fue lento debido al propio Comando Jungla, donde, en palabras del testigo clave, “Dieron una vuelta por la plaza antes de llevarlo al CESFAM”.


En los calabozos, el joven pregunta por el estado de salud de Camilo Catrillanca, a lo cual, los carabineros responden con frialdad “lo matamos, huevón”.


Pero ¿quién es Camilo Catrillanca y por qué fue víctima de un operativo tan visceral e inmoral?



Foto de Camilo Catrillanca Marin. Créditos a La Tercera


Camilo Marcelo Catrillanca Marin nació el 15 de septiembre del 1994 en Victoria, Chile. Nieto del Lonko Juan Catrillanca e hijo del presidente de la comunidad “Ignacio Queipul Milanao”, Marcelo Catrillanca; además padre de dos hijos: Una niña de 6 años y un bebé en camino de su esposa, Katherine Antín.


Padre, líder, cara de una comunidad, creyente en sus valores y defensor de su identidad y raíces indígenas. En Mapundungun, y según las palabras de su padre Marcelo Catrillanca, era un weichafe, que significa “un guerrero de la causa mapuche”. Estas son posibles palabras que describen la personalidad, obra y acciones de Camilo.

Las personas que convivieron, estudiaron e interactuaron con él, resaltan sus acciones por la lucha del bien común para la comunidad. Desde su época escolar, fue líder del movimiento estudiantil Liceo de Pailiahuque, a medida que iba creciendo, su participación e influencia dentro de la comunidad fue creciendo.


Una de sus participaciones más relevantes se dio en los actos de recuperación de tierras en la zona de La Araucanía, más precisamente, en Ercilla. Además de lograr la creación de un liceo intercultural y el aumento de becas para la comunidad.


Siendo defensor vehemente en la recuperación de los territorios injustamente robados de los mapuches, dedicó sus acciones a luchar por dicha causa, lo cual lo llevó a ser objetivo de una operación macabra para incriminar a varios líderes mapuches en presuntos actos violentos y/o terroristas.


Parte de la operación que buscaba incriminar a líderes mapuches. Créditos a CIPER


La Alianza Territorial Mapuche o ATM, busca reafirmar el valor cultural del pueblo nación Mapuche mediante el diálogo ante un gobierno que busca eliminar su memoria histórica. Una de las personas con mayor perfil mediático es el Lonko Alberto Curamil, ganador del Premio Goldman o mejor conocido como “el nobel del medio ambiente”, el cual fue inculpado e encarcelado de un crimen que ni siquiera tuvo participación alguna, siendo víctima de la denominada “Operación Huracán”.


Camilo fue un líder importante para la organización, además su participación fue confirmada por la propia ATM. Su rol era enfocado en la parte cultural. Además de ser participe en la organización, Camilo Catrillanca era tractorista de la comunidad Temucuicui y poseía un título de técnico agrícola del Liceo Técnico Profesional de Pailahueque.



Propaganda de protesta con la cara de Camilo. Créditos a Wikipedia


Sin embargo, su participación con la Alianza Territorial Mapuche le puso un blanco en su espalda y fue asesinado por el propio estado. Siendo víctima del conflicto entre el gobierno y el pueblo-nación mapuche. Su cara representa la lucha, sus ideales viven en la comunidad y no será olvidado, siendo un mártir en una guerra por mantener presente la vida, la memoria y el territorio de todos los mapuches.


La indignación de este acto tan barbárico inundo a todo el pueblo nación Mapuche. Se crearon blogs, páginas de Facebook, videos y mucho revuelo mediático. Sin embargo, dicho revuelo se dio en portales alternativos de Chile y medios de comunicación internacionales. Los medios locales callaron o fueron imparciales dándole el beneficio de la duda a los carabineros.


En un acto de unión, la mayoría de chilenos salieron a la calle el jueves 16 de noviembre del 2018, con un mensaje unísono: “Justicia para Camilo Castrillanca”. La gente estaba cansada de ver en las noticias muerte de líderes sociales, Camilo pasó a ser una cifra por culpa de los carabineros; fue la persona número 16 de la comunidad Mapuche en ser asesinada.


El Palacio de la Moneda fue inundado con gente furiosa, indignada y con un fuego que impulsa al corazón de los protestantes exigiendo la destitución del ministro de Interior y Seguridad Pública en ese entonces, Andrés Chadwick Piñera. En un acto de cinismo, los carabineros amenazaban a los protestantes con dispararles en la espalda si seguían marchando y vociferando su cólera social.


La respuesta fría, ruin y antipática de los carabineros se puede englobar en una palabra: “represión”. Con tanquetas de agua recorriendo las calles principales de Chile, disparaban agua para apagar el fuego de indignación de los chilenos marchantes. No obstante, los protestantes, contra mar y marea, lograron proyectar la cara de Camilo Catrillanca. Su cara cubrió el edificio del Congreso y ahora es un símbolo de lucha contra la represión social y de la injusticia de la entidad que, se supone, debe proteger a los ciudadanos.



Proyección del rostro de Camilo Catrillanca. Créditos a @PaoladrateleSur


Su muerte, sin embargo, no fue en vano. Tras diferentes versiones “oficiales” donde se descubrió una manipulación por parte de la propia entidad policial, los cuales falsificaron reportes buscando justificar la muerte de Camilo. Algunos servidores públicos burlaban la muerte de Catrillana; el caso de un sargento segundo que publicó en su red social “uno menos”.


El caso llegó a su punto de ebullición cuando el propio gobierno chileno confirma que los videos captados por la cámara de los carabineros implicados en el asesinato de Camilo Catrillanca fueron destruidos por los agentes de la operación implicados cuando sucedió el fatídico evento. El gobierno chileno, a cargo del presidente Sebastián Piñera, colapsó. Se tomaron diferentes decisiones, desde la remisión de la cabeza de los carabineros, Hermes Soto, hasta la renuncia de diferentes figuras de la propia entidad como el jefe de Orden y Seguridad de la Araucanía, Mauro Victoriano.

Su asesino, el ex sargento Carlos Alarcón, enfrenta ahora una pena de casa por cárcel. Sin embargo, aún la historia no termina y la polémica aún sigue viva en la memoria de todos los mapuches.

78 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page